6 niños son agredidos cada día en República Dominicana.

Cada año reciente muestra la peligrosidad de ser niño en República Dominicana: 2,201 denuncias de delitos sexuales cometidos en el año 2016 y otros 2,084 durante el 2015, con un menú de abusos que incluyen agresiones, violaciones, incestos, acosos, “seducción”, exhibicionismo y sustracción de menores.

Todos los informes especializados reconocen un subregistro entre la ocurrencia de hechos y sus reportes, y autoridades mundiales como la relatora especial de Naciones Unidas sobre explotación sexual infantil, Maud de Boer-Buquicchio, creen que en República Dominicana esa brecha en la información y disponibilidad de datos oficiales “puede ser atribuida a la ausencia de sistemas de reporte y denuncia accesibles a la niñez, así como la falta de entrenamiento especial para profesores y trabajadores sociales para detectar estos casos”.

Las informaciones oficiales de República Dominicana muestran que en el país se agrede sexualmente a seis niños y niñas por día, en promedio. “Nosotros hemos encontrando que las cifras pueden ser más altas”, advierte Rafael García, director del Instituto de Sexualidad Humana de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), que apela a una realidad ampliamente conocida: no todos los casos son denunciados.
Su experiencia de 32 años en el Instituto apunta a una realidad mucho más alarmante: los casos de menores de edad abusados pueden llegar hasta el 30% de la población nacional. En Latinoamérica y el Caribe el panorama muestra igual peligro: cada año se registran en promedio 25,000 homicidios de niños, niñas y adolescentes.
También 1,100,000 niñas y adolescentes de 15 a 18 años de la región han experimentado violencia sexual y actos sexuales forzados, según datos de la regional del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). En torno a 120 millones de mujeres por debajo de los 20 años ha sufrido una violación u otra forma de abuso sexual infantil, según recoge un informe mundial de violencia de Unicef.
El dato más cercano de los 190 países estudiados habla de que por lo menos una de cada diez niñas en todo el mundo ha sufrido casos de violencia sexual. La organización Mundial de la Salud pone un dato mucho más alto: una de cada cinco mujeres y uno de cada 13 hombres han declarado haber sufrido abusos sexuales en la infancia.
En las agresiones sexuales que ocurren en República Dominicana suele haber un manto de discreción y vergu¨enza, que muchas veces evitan la judicialización de los casos, admite Omar, violado cuando tenía diez años. Hoy, cuando ya tiene 28 años, puede entender lo que vivió una tarde cuando se preparaba para ir a la colegio. Su abusador fue un compañero de trabajo de su cuñado, que siempre iba a su casa a almorzar y le profesaba “un cariño especial”.
Omar había ido a bañarse al patio de su casa, donde estaba el baño, y su agresor estaba cerca lavándose las manos. “El me vio y ahí se le despertó esa atracción hacia mí”, dice Omar cuando relata cómo comenzó su vida sexual. Ese día el hombre le tocó los genitales y le hizo sexo oral. “Fue mi primera erección, él despertó eso en mí cuando yo ni siquiera entendía qué era eso”, cuenta Omar, que ha estado en tratamiento sicológico en varias ocasiones.
Carla, una niña de Higu¨ey de 1 2años, tuvo un final distinto. Vivía con su padre y dos hermanos mayores en la punta este del país. Su agresor, que la violaba de forma recurrente, le ofreció comprarle un par de tenis por su cumpleaños, a lo que la menor accedió abordando una motocicleta.
El padre de la niña había dicho en el barrio que llevaría la niña al médico para confirmar los rumores de la violación y Santiago Asencio, de 47 años, su violador, decidió raptar a la niña y llevarla al río Chavón. Los reportes forenses dicen que volvió a violarla y luego la mató de varias cuchilladas.
Santiago Asencio huyó de Higuey y fue detenido por la Policía Nacional en San Cristóbal, mientras iba a bordo de una motocicleta. Tras su apresamiento fue enviado a la cárcel de Higu¨ey, donde sus compañeros de celda le quemaron los genitales en represalia por violar y matar a la niña.
Otro caso: Luis Manuel Encarnación Mejía, de 18 años, fue enviado con medida coerción a la cárcel de Baní, en Peravia, acusado de violar a una niña de tres años en San José de Ocoa. A su llegada, los internos le obligaron a practicarles felaciones y luego le violaron. Cada uno de esos actos fue grabado con teléfonos inteligentes y difundido luego por redes sociales.
Ante el contexto de violencia sexual contra menores de edad que muestran las estadísticas oficiales en República Dominicana es que el profesor Rafael García plantea que el abuso sexual se ha ido constituyendo en una epidemia, con el problema de las consecuencias que deja esa vejación, que por tradición cultural no es tratada con especialistas en República Dominicana.
“Los pacientes no vienen a consulta por el abuso”, advierte el doctor García. “El abuso sexual lo encontramos al hacer el historial médico. O sea, es excepcional que vengan por el abuso”, dice el experto.
La terapeuta y docente del Instituto de Sexualidad, Aida Freites, quien prepara su tesis doctoral con el estudio a la conducta sexual de 300 mujeres que fueron abusadas sexualmente, cuenta que la mayoría de los casos recibidos y tratados son de abuso sexual, incluidos casos en donde ese abuso o agresión ocurrió hace muchos años.
“Entonces la persona viene por otro motivo y en la historia clínica es que nos damos cuenta”, dice la terapeuta sexual. “La mayoría no son casos recientes”, insiste. La persona adulta suele presentarse en las consultas en el Instituto con alguna patología y no suele hacer la relación, la vinculación, a que su problema está atado a esa violación sexual que sufrió cuando niño, apuntan los dos especialistas.
De esas 300 mujeres bajo estudio en la tesis doctoral de Freites, el 42% presenta hoy un problema sexual y la amplísima mayoría del grupo de estudio, el 92%, fue violada por personas cercanas, sus conocidos: tío, novio, padre, vecino o compañero. Ese dato levantado por la investigación coincide con un planteamiento del reporte mundial de violencia presentado por Unicef, que pone como los principales responsables de la violencia sexual a los conyuges, novios o parejas íntimas presentes o pasados.
“En el Estado Plurinacional de Bolivia, la República de Guatemala, Kenya, la República de Moldavia, República Dominicana, la República Unida de Tanzania y Uganda, una considerable proporción de niñas afirmó haber sido víctima de agresiones sexuales por parte de amigos y conocidos”, también señala la investigación de Unicef, t i t u l a d a “Oculto a plena luz”, fechada en 2014. Paradójicamente, República Dominicana también ocupa el quinto lugar en el mismo informe, con un 23 por ciento de sus casos registrados, en donde se tenía prevalencia de abusos sexuales cometidos por extraños, siendo el mayor número el de la República de Moldavia (38%), Comoras (33%), Nigeria y Zambia (27%).
Detenciones 
En las cárceles del país hay 2,542 personas con denadas por agresiones sexuales, el 9.73% del total de internos que se encuentran en las cárceles dominicanas, que asciende a 26,099.

En el viejo sistema de cárceles hay 1,727 de estas personas, el 10% de los internos en esa modalidad de prisión. Ese último dato les pone en el cuarto lugar entre los delitos más castigados en sistema penitenciario, detrás de los homicidios (30%); robo (27%) y drogas (19%). En las cárceles del nuevo modelo hay 815 personas, que son el 7.3% de las personas recluidas en esos centros.
Las agresiones sexuales son castigadas por la legislación dominicana con penalidades de 3 a 20 años de prisión, concentrando la pena máxima cuando los ataques han sido cometidos contra una persona vulnerable por discapacidad física, mental, invalidez o embarazo. La pena máxima también aplica cuando se vulnera a un niño, adolescente; o cuando sea con amenaza de un arma o es cometido por dos o más autores.
Entre los años 2014 y 2015 el Poder Judicial tiene datos de haber condenado a 508 personas por los mismos delitos de agresión sexual, con otras 374 absoluciones. Entre los dos años se produjeron 758 decisiones, según datos suministrados por las autoridades.
El contexto de abuso sexual y violencia familiar en el que viven los niños dominicanos es considerado como un fenómeno alarmante por la relatora especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Maud de Boer-Buquicchio. La funcionaria visitó el país en una gira de ocho días que recorrió los núcleos urbanos más vulnerables del país y ha prometido un informe final pormenorizado para el primer trimestre el año 2018.
92%
AGRESIONES
La tesis doctoral en construcción de la terapeuta Freites ha encontrado que el 92% de las 300 mujeres bajo estudio fueron violadas y abusadas por personas cercanas.  
CONSTANCIA
La Organización Mundial de la Salud dice que una de cada cinco mujeres ha sido abusada en la infancia, mientras que uno de cada 13 hombres reporta igual vejación.
LEY 20
Justicia. Hasta a 20 años de prisión puede ser condenada una persona.  
CÁRCEL
2,542 Presos. Dato de las personas en prisión por delitos sexuales contra menores


LAS VÍCTIMAS

Los años 2015 y 2016 dejaron más de cuatro mil niños abusados sexualmente. Una de las primeras recomendaciones que dan los conocedores del tema es creerle siempre a los niños cuando dicen haber sido abusados. Las consecuencias del abuso se pueden presentar en distintas formas, aun cuando la víctima no sea capaz de relacionarla con su abuso.
LA VIOLENCIA SEXUAL CONSIDERADA COMO UN PROBLEMA DE PAÍS
Las mujeres dominicanas presentaron 578,418 denuncias de delitos sexuales y violencia intrafamiliar y de género, a un promedio de 64,268 por año, en los últimos ocho años y nueve meses de estadísticas disponibles, entre 2008 y septiembre de 2016.
Y solo por delitos sexuales, vistos como las agresiones sexuales, violaciones, acosos, seducción e incesto, se denunciaron 53,653 casos en todo el país, a promedio de 5,961 cada doce meses.
Desde el año 2000 hasta el primero de noviembre del año 2016 fueron asesinadas 2,044 mujeres bajo la tipificación de feminicidio que hacen las autoridades dominicanas, en referencia directa al homicidio en circunstancias de violencia, consanguineidad o vínculo entre la mujer víctima y su asesino.
Una simple mirada a esos números registrados en las unidades especiales de violencia de género, intrafamiliar y delitos sexuales de la Procuraduría General, permite considerar a República Dominicana como un país altamente violento con las mujeres. Y con los otros datos aquí presentados, de seis niños violentados sexualmente por día, se puede llegar a la misma conclusión: República Dominicana es un país altamente peligroso para los niños.

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