Juan, nombre ficticio, tiene varios años consumiendo heroína y además de la posibilidad de morir de una sobredosis, corre el riesgo de contagiarse con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y otras infecciones de transmisión sexual. El paciente podrá contrarrestar esa situación con un tratamiento asistido por medicamentos para su recuperación.
Se trata del proyecto “Modelo de Tratamiento Asistido por Medicamentos y Atención Integral al VIH, para Personas Dependientes de Drogas Opioides (heroína) en la República Dominicana”, que auspicia el Ministerio de Salud Pública, en coordinación con el Consejo Nacional de Drogas (CND), que tiene como objetivo que los dependientes de heroína y otras sustancias prohibidas reciban atención a la co-morbilidad con el VIH, con otras infecciones de transmisión y con el virus de hepatitis C, asi como de la recolección de información sobre el consumo de drogas inyectables en la población objeto de estudio y sobre los resultados obtenidos durante su ejecución.
Su ejecución se desarrollará en el Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID), con la participación de un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de la conducta, de salud, trabajadores sociales y expertos en manejo de tratamiento con la combinación de buprenorfina-naloxona, fármaco que los promotores aseguran que tiene evidencia de eficacia clínica y de seguridad terapéutica, y que será aplicado a 70 personas que cumplan con los criterios establecidos dentro del proyecto, expuestos al inicio.
De acuerdo con los promotores del proyecto, éste se apoya en la evidencia científica para el uso de programas de intervención asistida por medicamentos, como uno de los instrumentos clave para la recuperación de dependien- tes de opiáceos.
En la República Dominicana, la población de personas usuarias de drogas presenta una mediana de prevalencia del VIH de un 3.2%, con una mínima y una máxima de 1.3% y 4.8%, respectivamente, frente a la población general que presenta una prevalencia de un 0.8%.
Dicha población se encuentra así entre los grupos de mayor vulnerabilidad priorizados en el Plan Estratégico Nacional para la Respuesta a las ITS y al VIH-SIDA 2015–2018 (PEN 2015-2018), como una de las poblaciones a ser abordadas con programas de reducción de nuevas infecciones al VIH y atención.
Los promotores aseguran que la iniciativa representa una valiosa oportunidad para el país, puesto que constituye la primera experiencia de este tipo en beneficio de dicha población.
La estructuración del plan tiene el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional Para el Desarrollo (AECID); y de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) y del Programa Conjunto de la Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA).
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